Menos mal que existe vida inteligente más allá del Ayuntamiento de Arrecife y la empresa Inversiones Islote del Francés, de los empresarios Jaime Cortezo y Luis Hernández, entre otros. Y en esa otra vida alejada de la especulación y el pelotazo, hay gente que piensa en recuperar para Arrecife la visión y el uso del mar y el destino público de espacios que jamás debieron dejar de tener esa consideración. Un estudio en profundidad del litoral de Arrecife, presentado por Carlos Jiménez para la Fundación César Manrique bajo el título de Tres enlaces con el Mar, recoge diversas propuestas para el frente litoral de la capital lanzaroteña en la que los islotes de La Fermina, El Castillo y el Francés son esas puertas al océano. Para el Francés, el mayor de los tres, Carlos Jiménez propone usos culturales desde algunas actividades preexistentes. La idea más aplaudida es la de un museo de historia de las salinas. “Que algunas de ellas estén todavía en explotación hace esta propuesta aún más pertinente, ya que podrían incorporarse a la actividad del museo. Las salinas son un capítulo milagroso y actual de la historia de Arrecife, y un episodio que debe recibir la atención cultural que merece”, dice el estudio. Y no hizo falta llevar a nadie a Miami.