Está encantado José Francisco Henríquez con las atenciones que le presta el Partido Popular canario. Lo próximo será, según las estimaciones del Instituto Nacional de Meteorologia, que lo llamen a dar una charla a la FAES, cosa que no pensamos perdernos, antes de proponerlo para la Universidad de Georgetown. A las alabanzas sobre su capacidad para hacer tráfico de influencias con Luis Soria, sumen el elogio que supone que reproduzcan su conferencia en la Agrupación Local socialista de Las Palmas de Gran Canaria. Lo ha hecho Víctor Rodríguez Gago, el escribidor oficial de Soria, hasta hace poco su jefe de Gabinete en la Presidencia del Cabildo. Presume, el tal Gago, de haber grabado el acto, lo que plantea un problema grave al PSOE, partido que se pregunta cómo es posible tal atrevimiento. Dicen los más viejos del lugar que sería inimaginable tal actitud de violación de una Casa del Pueblo en los tiempos de Calvo Sotelo y Largo Caballero. Cierto que no había grabadoras, pero había caballeros de la política. Gago quemaría las Casas del Pueblo, como uno de sus mitos quemó el Reichstag.