Gracias a esta nueva doctrina soriana, cabe preguntarse qué ha hecho todos estos años el PP, y muy particularmente el señor Soria, acusando a dirigentes del PSOE de las más abyectas actividades clandestinas, desde el asesinato y el robo (“cada vez que ha hecho falta matar, el PSOE ha matado”), hasta haber dirigido la trama de corrupción del PP en relación con el caso eólico. Al fin y al cabo, y ya puestos a considerar cosas internas los delitos, muy al estilo siciliano, matar también habría de ser asunto íntimo. Pero, profundizando en las declaraciones de este miércoles, hemos descubierto un nuevo argumento para que los detenidos en casos de corrupción puedan ser candidatos electorales: Es “muy lógico” que el ex alcalde de Telde aspire a la Alcaldía, “pues ha ocupado este puesto y tiene ganas de volver a serlo”. En estos momentos solicitamos a nuestros lectores que se levanten de sus asientos y hagan la ola. Menos mal que Valido no ha tenido ganas de jugar de 9 en el Barça.