El Partido Socialista Canario se ha sentido por primera vez víctima de un ataque de cuernos esta semana. El motivo no ha sido otro que la decisión del Gobierno de vender parte de las acciones de Sodecan en Gascan para dar entrada a los doce magníficos en el negocio del gas. El mosqueo socialista se tradujo este miércoles, día en que se reunió la mesa del seguimiento del pacto, en una severa advertencia, la primera que tenemos contabilizada: miren, queridos, el acuerdo del gas lo han tomado ustedes con un partido distinto al que les sostiene en el Gobierno. Por lo tanto, quedamos liberados para hacer las críticas y los pactos que deseemos en otras cuestiones. Sólo falta que a alguien le dé ahora por llamar a Bruselas y decirles que esos 50 millones que están por venir mejor es que se congelen, antes de que se volatilicen.