Es verdad que la toma de posesión de José Antonio Martín no se produjo en un acto premeditado, convocado exclusivamente a tal fin. Este miércoles se debía celebrar la toma de posesión de dos nuevos magistrados que se incorporaron a los juzgados de Canarias, y fue en ese acto protocolario de perfil bajo (no se constituyó la Sala de Vistas ni se personó la Sala de Gobierno en peso) donde colaron el regreso del presidente de la Sección Primera. El resto lo hicimos los medios de comunicación que, convenientemente avisados, resaltamos el hecho y publicamos las fotografías. Al realce, brillo y esplendor contribuyó sin duda el presidente del TSJC, al que quizás sobraron las grandes alabanzas acerca de la calidad profesional de José Antonio Martín. Se las pudo guardar para el día 26, una audiencia después de que el pleno del Poder Judicial decida qué hacer con su expediente disciplinario. Sólo entonces el expedientado, don Antonio Castro y el público en general sabremos qué gran magistrado ha sido y es José Antonio Martín.