Debe ser que el PP de Rajoy tiene por costumbre tratar con cierto compadreo al movimiento empresarial, tan dado a cargar a la derecha y a permitir a los conservadores más confianzas de las debidas. Pero en la provincia de Las Palmas se tropezó don Mariano con una directiva de la Confederación empeñada a hacerse respetar por todos los partidos políticos. Quizás por ese deseo de ser y mostrarse independiente y neutral que viene evidenciando la patronal canaria, la CEOE ha decidido elegir a su presidente, Sebastián Grisaleña, para dirigir la comisión deontológica de los empresarios españoles. No arrendamos las ganancias al empresario grancanario si su afán principal va a ser conseguir de sus colegas que separen nítidamente los negocios puros, lícitos y hasta saludables de ese tan frecuente conchabo con políticos tan dados a los atajos y a la trapisonda. De momento, porque es un tipo con agallas, le felicitamos y le deseamos lo mejor.