Por concretar aún más les diremos que la ex directora general se mandó a mudar desde el 4 de noviembre, día de San Carlos Borromeo, patrón de la banca. La doña no aguantó un minuto más las impertinencias, los gritos, los desplantes y, especialmente, el atrevimiento que sólo la ignorancia es capaz de imprimir en las personas que, de repente, se ven investidas de más poder del que realmente son capaces de asimilar y administrar. No es cierto que Mari Carmen López no se llevara bien con el viceconsejero del ramo, Benito Codina, sino todo lo contrario: son uña y carne. Es la consejera Montelongo in person quien no se masca con el tinerfeño, o por mejor decir, no se masca en la consejería más que con su jefa de gabinete, la periodista María José Bravo de Laguna.