Pero si les parece poco lo dicho por Lucas Bravo de Laguna y el informe de don Pascual, en nada desmerecieron las declaraciones de los otros dos citados. Se trata de los funcionarios que en el anterior mandato ejercían de recaudadores del Ayuntamiento de Santa Brígida. Uno de ellos, Natalia Concepción, declaró que todo fue culpa del secretario del consistorio, que por aquel entonces era el pintoresco Marcelino López Peraza, hoy en San Bartolomé de Tirajana. A él responsabilizó de no hacer cumplir la ley y los acuerdos corporativos. Fantástico, si no fuera porque se trata de una recaudadora fiel al PP, tanto que se la llevó al Cabildo Carlos Sánchez a principios de este mandato. Cierto que luego la devolvió por razones que sinceramente se nos escapan. Lo del otro recaudador también fue de traca porque afirmó que allí nadie pagaba impuestos, incluidos el alcalde anterior y el actual, y como se negó al compadreo, lo cambiaron por doña Natalia. Que no decaiga la fiesta, que el miércoles acudirán al juzgado el actual alcalde, Antonio Díaz, y su antecesor, Carmelo Vega.