El que sí que necesita un “tratamiento” de esos anuales que preconiza Rita Martín es el Parlamento de Canarias. Cada vez producen mayor sopor y desidia los plenos de la Cámara regional por el empeño de algunas de sus señorías en dedicarse al noble arte de la levantada, la burra y otras mañas de la lucha canaria en lugar de dedicarse a resolver los problemas de la gente legislando y fiscalizando al Gobierno. Barragán (CC), mosqueado porque el PSOE se le adelantó con una ley sobre cooperación al desarrollo, dijo que los socialistas copian las leyes de otras autonomías, cuando minutos después se debatía la ley de la Guanchancha, copiada chinche por chinche de la norma gallega. Pero el que se salió fue nuestro admirado José Miguel González, Pelopincho, que dijo que los socialistas dicen “boberías” y mantienen en Cataluña un pacto con “independistas”, que vienen a ser dependientes que libran más la cuenta. O algo así.