Pero si fue llamativa la ridícula soledad en la que se quedaron los dos vocales del PP, que como diría su líder, fueron por lapas y vinieron desfondados, más ha llamado la atención la ausencia del representante de Nueva Canarias, Miguel Guerra García de Celis. Se había convertido en el más ferviente precursor de la teoría de la mediación del consejo de administración en el conflicto de Videoreport, no en vano participó en una acción similar en la pasada huelga de Socater, antecesora en las mismas tareas. No pudimos hablar con él este jueves, pero debemos suponer que, al ver la postura socialista de no prestarse al juego de Soria, prefirió hacer un discreto mutis por el foro, que el apoyo a los trabajadores se podrá canalizar por otra vía que no sea la que el vicepresidente del Gobierno diseño para dar desahogo a sus vendetas personales y políticas.