Ha abandonado nuevamente la guarida el presidente del PP canario, José Manuel Soria, a la sazón alcalde de Las Palmas de Gran Canaria cuando la recalificación del canódromo, ahora anulada por la Justicia. La prensa ya se atreve a preguntarle cosas incómodas, lo que automáticamente lleva a ese dechado de virtudes políticas y de gestión a mentir como un bellaco. Porque es absolutamente falso que la calificación de la parcela del canódromo y las correspondientes modificaciones del planeamiento para vestir el machango fueran avaladas entonces o ahora por informes técnicos y jurídicos, como sostiene. Cualquiera que maneje un poco los procedimientos del urbanismo sabe que el planeamiento responde a consignas políticas y que los letrados y los técnicos se limitan a ejecutar órdenes, salvo flagrante delito, que esa es otra, o el desarrollo del suelo urbano, que está reglado.