En silencio, sin la más mínima reseña periodística, sin declaraciones solemnes, sin concurso público, sin oferta pública de empleo... El Gobierno de Canarias, vía Presidencia, ultima los trámites para instalar en Santa Cruz de Tenerife la sede del Instituto Iberoamericano de Turismo, una iniciativa que aparece mencionada en la Declaración de Montevideo, del pasado mes de noviembre, y que parece querer montarse de tapadillo. Dicen que por haber ya hay hasta sede, y que se ha comprado estilo compadre en forma de palacete en las Ramblas santacruceras, de modo que el chicharrerismo profundo se vea recompensado por la pérdida de la Casa de África, que irá en Gran Canaria. El asunto, pese a ser turístico, no lo lleva la consejería correspondiente, sino directamente Adán Martín, que tiene previsto inyectar en el invento entre seis y ocho millones de euros al año. Desconocemos el Diario de Sesiones del Parlamento en que se recogen todos los acuerdos que han dado lugar a esta iniciativa tan celosamente guardada. Pero nos enteraremos, no tengan la menor duda.