En lo que se aclaran las cosas en sede judicial y los agentes de la Benemérita se recuperan de la decepción que les supuso no ser los primeros en interrogar al alcalde de Santa Brígida, es bueno seguir contando lo que ya se sabe. Por ejemplo, que siendo alcalde Antonio Díaz, antes del PP, ahora echado al monte, éste encargó al niño Lucas que dirigiera una investigación interna sobre las cosas de la ferretería del también concejal Luis Troya, así como acerca del trasiego de material de obras por el municipio. No sabemos si Díaz lo hizo en un rapto de transparencia democrática o porque sencillamente tocaba. Lo que sí está confirmado es que Bravo de Laguna cerró el expediente asegurando que aquello estaba absolutamente inmaculado. Y ya va por cuatro presuntos delitos.