Los hechos denunciados por Nueva Canarias ya los tienen en nuestra sección correspondiente. Pero la trastienda de la historia tiene todos los elementos propios de lo que pasa en esta ciudad tan mágica que es Telde. El chico es descubierto casi con las manos en los cacharros de pintura, y cuando la Policía Local acude al domicilio familiar a pedirle explicaciones a altas horas de la madrugada, el que atiende a los agentes del orden es el concejal de Urbanismo. ¿Qué pasa muchachos? ¿Algún problema? Nada, don Guillermo, que hemos trincado a su hijo destrozando con pintura los carteles de Nueva Canarias. Imposible, mi hijo no está. Pues aquí está el Smart que llevaba y tiene dentro los cacharros de la pintura. Pues vamos para el cuartelillo a arreglarlo. El pavo empezaba a desplegar su colorista cola para tratar de encandilar a los sufridos agentes del orden, a ver qué se van a creer éstos. No saben con quién están tratando.