Así las cosas, ahí les van otras preguntas que nos queman en la cabeza: ¿Cuál fue el interés del Partido Popular de no cubrir la plaza de ingeniero superior en todos estos años de Soria y Luzardo?; y la relación de amistad del concejal Antonio Naranjo con Cabrera, ¿era relación de amistad o de otra naturaleza? No lo entenderemos ni con un informe de 360.000 páginas que firme el técnico competente. Porque realmente ultrajados están los vecinos con baches en sus calzadas y que ven cómo se ha venido manejando el dinero de todos. A concejales como Nardy Barrios y Rodolfo Espino hay que recordarles que tenemos derecho a que nuestras calzadas y colegios se gestionen como en una ciudad de primera división. No se paren en barras, que es el momento de demostrar para qué se quería el cambio.