El magistrado José Antonio Martín ya puede reincorporarse a su despacho en la Audiencia Provincial de Las Palmas, integrado en la Sección Primera, la suya propia de él antes de los sucesos que le condujeron al banquillo y a la posterior absolución del Supremo por aquella negociación prohibida que no fue tal. Ni delito. La comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial volverá a debatir este jueves su caso, pero es más que previsible que decida simplemente encargar al instructor de su expediente disciplinario que eleve a definitivas sus conclusiones y se tome una determinación en el próximo pleno del órgano de gobierno de los jueces, a celebrar el próximo 25 de marzo. El instructor es el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, César Tolosa, que ha de terminar su instrucción sobre dos posibles faltas muy graves cometidas por el magistrado canario: presionar a sus compañeros de Sala para conseguir la libertad bajo fianza del presunto narcotraficante Rafael Bornia, y participar en empresas dedicadas al asesoramiento jurídico.