José Miguel Pérez se presenta ante este congreso como uno de los valores del socialismo canario con mayor proyección. Sus formas no chirriantes (en el PSC le llaman “el mudito” por la manera que tiene de matar callando), su lenta pero imparable progresión electoral y sobre todo su buen nivel de interlocución con Ferraz le convierten en un firme candidato a cualquier cosa. López Aguilar se lleva bien con él y no lo considera un advenedizo. Si se confirma su elección como número dos, todo hace pensar que Pérez será de los pocos a los que se les permita duplicidad de cargos, al menos de manera circunstancial. El plazo de vigencia de su nueva faceta de poder lo marcará el destino que finalmente tenga Aguilar en Europa. Si es llamado a tareas incompatibles con el móvil y el tentetieso, será Pérez quien asuma la tarea. Y hasta el que en 2011 intente el triunfo que lleve a los socialistas a gobernar Canarias.