Tiempo sin hablarles de Lady Macbeth, del distrito de San Bartolomé. Pero un delegado al congreso insular del PSC, el que aupó a José Miguel Pérez a la secretaría general, nos relata el instante en que el candidato tuvo que sacar la lista de la Ejecutiva que proponía y que, para ser fiel al guión del congreso, sólo el candidato conocía. Manos a la chaqueta, a un bolsillo, a otro y nada, que no aparece la condenada lista. Gesto a una colaboradora que acaso llevaba la copia, llamésmola de seguridad. Y he aquí que Pilar Grande, toda solícita ella, se levanta cual centella, la arranca de las manos de esa colaboradora y la alcanza al estrado, como si, además de solícita, estuviese en los secretos del candidato, en los cuales, obvia decirlo, no estaba.