Se subía por las paredes Luis Larry Álvarez este viernes casi al finalizar el consejo de administración del ente público Radiotelevisión Canaria. El consejero Miguel Guerra García de Celis (Nueva Canarias) tuvo el atrevimiento de preguntar al director general, Willy García, por el deterioro de imagen que supone para la nonata radio pública canaria que su directora de informativos, Teresa Cruz, actuara de interventora de un partido político (en este caso, el PP) en las pasadas elecciones generales. Willy enmudeció porque, sencillamente, no tenía una respuesta preparada, a pesar de haber comentado mucho el asunto con el director de la radio, Juan Carlos Mateu, que se cabreó enormemente. El que sí saltó como un poseso fue Larry Álvarez, que consideró que aquello era un golpe bajo de Guerra contra él y contra su ex esposa, de la que, según explicó, “hace apenas un mes que me separé”. Se podía haber ahorrado el disgusto (nos referimos al del consejo del viernes) si hubiera evitado desde 2003 mezclar a la familia en sus asuntos.