Les confesamos que por más que nos hemos leído las crónicas del generoso viaje de míster Soria a La Palma y por más que hemos preguntado a nuestros compañeros, no hemos hallado la partida exacta que se va a destinar a incrementar la conectividad aérea con la isla, un problema que padece y que le impide alcanzar los niveles turísticos deseables. Esa conectividad, según explicó el ministro, se va a alcanzar, atención, atención, mediante un acuerdo unilateral del ministerio con un operador alemán, FTI, cuyo representante, Dietmar Gunz, se mostraba eufórico en la firma del convenio este mismo lunes. Tan eufórico que hasta se gastó los cuartos acudiendo a La Palma en su jet privado, mientras que el espartano ministro se retrasaba en su vuelo regular por problemas operativos en Los Rodeos. El tal operador alemán se compromete mediante el mentado convenio a poner más vuelos, entendemos que a través de su filial Fly.de, para lo que habrá de recibir una cantidad económica que ninguna de las partes firmantes explicó convenientemente en público. Ya nos enteraremos. El convenio, que seguramente será muy ventajoso para el turismo palmero y para la compañía alemana firmante, nos ha hecho recordar, sin embargo, nada lejanas declaraciones del mismo ministro de Industria despotricando urbi et orbi contra eso de primar a las compañías aéreas por tratarse de una práctica que va directamente contra las normas de mercado, lo mismo que primar las tasas aeroportuarias para que llegue más turismo a Canarias. Encantados con que le ocurra a La Palma, pero ¿qué problema había en que le siguiera ocurriendo a otras islas del Archipiélago? No queremos pensar ni por asomo que se trata de una pirueta política de esas tan habituales del señor Soria cuando toca hacerse el listillo. No, no queremos pensarlo.