Dice Rubén Blades, en genial adaptación a su Pedro Navajas de un aserto muy popular, que “si naciste para martillo del cielo te caen los clavos”. Ángel Llanos no habrá nacido para martillo, pero todo parece indicar que su fulgurante carrera política ha sufrido este fin de semana un revés del que tardará mucho en recuperarse. Si es que se recupera. Ya se sabe que cuando un líder político ni es líder ni es político, el barro de sus pies se licua ante la primera adversidad. Llanos se quedó muy lejos de ganar el congreso insular del PP de Tenerife, para el que se había preparado tanto tiempo y para el que tenía el respaldo de José Manuel Soria. Pero no pudo ser y cayó derrotado ante la maquinaria de Cristina Tavío. Por perder, Llanos ha perdido hasta el que parecía inquebrantable apoyo del periódico El Día, para el que llegó a hacer sucios trabajos de fontanería antidemocrática. Los pétalos con los que le obsequiaban se han tornado clavos para el martillo.