Ya se sabe que en tiempo de guerra cualquier agujero es trinchera, y desde Milton alguien debió avisar al jefe de Agitación y Propaganda de lo que se podía escuchar en ese bruto (el total de imágenes grabadas de un acto, sin editar). Y, al parecer, lo que se oía podía ser utilizado políticamente contra Carmelo Ramírez, a mayor gloria de las teorías peperas que lo sitúan en las barricadas sandinistas con la bendición del padre Pérez, del PSOE. Por tanto, el vídeo llegó al director del diario amigo, que las largó comentadas con grandes fuegos de artificio. Nada que objetar a la utilización de un documento videográfico de valor periodístico, y mucho menos si avala la línea editorial. Sólo nos asalta una duda, ¿qué hubiera pasado si en lugar de ser la tele pública estatal la que cede las imágenes lo hubiera hecho la canaria? ¿Se imaginan que otro periódico, por ejemplo éste, pidiera las imágenes de la guardia presoriana zarandeando a Ramírez y las publicáramos con karaoke? Pues no es mala idea, oye.