La ausencia de pronunciamiento de López Aguilar puede contribuir a que crezcan las maniobras de desgaste. Saavedra y los suyos continuarán hablando de un candidato alternativo que, de existir, nadie conoce. Seguirán fluyendo los mensajes descorazonadores acerca de la falta de idoneidad del principal valor electoral que han tenido los socialistas canarios en toda su historia. Lo tratarán de llevar exhausto hasta las puertas del congreso regional de noviembre con el único fin de que termine por tirar la toalla y no se presente a la reelección. O, en el peor de los casos, que esa debilidad le obligue a pactar una Ejecutiva Regional de transición, con los mismos que este último año han traicionado al líder, para producir el relevo en 2009, una vez salga elegido eurodiputado. O lo que quiera Zapatero. Será entonces cuando aparezca el nombre del tapado, del delfín, aquel que los socialistas canarios llevarán vestido de blanco satén al catre de Paulino Rivero en 2011.