El Lorenzo que falta entre el Fernando y el De Lorenzo, es Lorenzo Olarte, al que Carmelo Padrón persiguió de modo implacable por escándalos como el de Tindaya. En una sesión del Parlamento, el socialista recibió una andanada del entonces vicepresidente aprovechando el fenecido caso Guillén, y Padrón le contestó con su contundente voz: “Yo puedo haber metido la pata, pero no la mano; suba usted aquí y diga lo mismo”. Hasta la fecha. Tampoco escapó de las críticas del socialista, que amenaza con volver a la vida orgánica de su partido, el actual Diputado del Común, Manuel Alcaide, al que acudió cuando presidía el TSJC sin éxito alguno, como tampoco lo hubo con la Fiscalía, que presentó unas peticiones de condena dignas de estudiar en las facultades de Derecho. Padrón pedirá daños y perjuicios para destinarlos a ONG ambientales y sociales.