El presidente Zapatero, ya metido de lleno en campaña electoral, se acaba de sacar de la chistera (suponemos que con la bendición de Pedro Solbes) que va a entregar a los contribuyentes españoles un cheque-regalo de cuatrocientos euros en concepto de devolución de impuestos. Son unos eurillos menos que los 800 dólares que Bush ha anunciado que devolverá a sus conciudadanos norteamericanos, pero algo es algo, y no hay que despreciar que una medida así se tome por primera vez y siente precedente. A ver. Mientras, en Canarias, el consejero de Economía y Hacienda, vicepresidente a su vez del Gobierno regional, hace sus pinitos y ya ha colocado unas cuantas vallas publicitarias para contar sus revolucionarias medidas para reactivar la economía isleña. Para llorar.