Incombustible Mauricio. Si muere, que está por ver, muere matando. Este jueves volvió a demostrar de qué pasta está hecho este periodista metido a político (¿o nacido político?) que se adapta a cualquier situación, a cualquier ambiente, sea no no sea el que teóricamente le es más natural. Y más natural para él era antaño el ambiente de las asambleas de la coordinadora de la vivienda, donde arengaba a las masas necesitadas de lo más elemental; micrófono en mano, siempre sin papeles, siempre con cara de circunstancia, siempre confesándose sincero, mostrando un aparente momento de debilidad personal para ponerse en el trasero mismo de cada uno de sus interlocutores. Este jueves fue igual, pero los del trasero visten trajes de más de 300 euros, tienen más de un coche en casa y entre todos dotan de muchos ceros al producto interior bruto canario.