“Que corra para el juzgado, si es lo que quiere”. La frase fue pronunciada la tarde de este viernes por el empresario portuario Germán Suárez (Astican, Inerza, Italmar, Sempsa, Spanish Pelagic...) al rememorar lo ocurrido en el tenso consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas del jueves por la tarde. Emilio Mayoral, el presidente del organismo, había anunciado esa misma mañana que aplicaría la legalidad y los estatutos para resolver el problema planteado por la empresa Sestiba, cuyo agujero negro preocupa a todos los operadores del recinto portuario. Y aplicar la legalidad significa poner el asunto en manos de los servicios jurídicos, que tardarán escasos minutos en irse a los tribunales. Germán Suárez, el referente de los empresarios de Sestiba, aunque no necesariamente el más afectado, se queja de algo que hasta ahora venía siendo evidente para pasar a convertirse en un clamor: “Vienen a por mí porque creen que soy un capo y sólo soy un empresario que lleva 37 años partiéndose el pecho en este puerto”. Los momentos de tensión vividos en ese consejo de administración superaron con creces los del cachondeo con las escuchas radiofónicas que no fueron y con los empeños de los hermanos Soria y la hermana Luzardo en sacar adelante el dislate de la Gran Marina.