La consigna que han acuñado Soria y Mauricio no se presta a error alguno. Una vez han comprobado que no nos pueden hacer desaparecer por la vía económica, prohibiendo a los empresarios anunciarse y tratando de estrangular a algunos de nuestros accionistas, nos atacan por el flanco de la credibilidad. Para ello utilizan la demanda de protección al honor de Mauricio, a la que se ha sumado curiosamente la de ocho jugadores del Universidad, que nos demandan por su honor diecisiete meses después de que descubriéramos y publicáramos el tongo con el Cádiz. ¿Que qué tiene que ver el Universidad con Soria y Mauricio? Pues lo tiene que ver todo: Soria pretende la desaparición de la UD Las Palmas y la conversión del Universidad en club de referencia de la isla de Gran Canaria. Soria, además, mantiene con nosotros un litigio en los juzgados por el caso de La Favorita, del que no podemos aportarles novedades porque, sencillamente, no se han producido.