Si analizamos en profundidad el calendario más inmediato de comparecencias pendientes en la comisión eólica, es entendible el nerviosismo del PP, que anda cambiando estampitas como un poseso. Para esta misma semana está prevista la comparencia de un personaje clave en el famoso viaje de Luis Soria a Alemania, Juan Carlos Sirviente, el que organizó la expedición y hasta fue a recibirlo al aeropuerto. Fue Sirviente, directivo de la empresa Servicios y Proyectos Avanzados, el que, sin querer, hizo que Luis Soria se encontrara casualmente con sus jefes, los hermanos Esquível en Magdeburgo. El jueves acudirá al Parlamento el presidente de este periódico, José Francisco Henríquez, a petición del Partido Socialista, y el viernes el presidente del Partido Popular, José Manuel Soria, del que no vamos a contar ahora cuál fue su grado de participación en una trama política que corrió muy paralela a la que se investiga en los tribunales. La semana que viene tocará el turno a su hermano Luis, que también estaba en el estanque. Y de remate, el PSOE ha pedido las comparecencias del alcalde de Arico, Eladio Morales, y del vocal conservador del Poder Judicial José Merino, amigo de los Soria y cuñado de su cuñado.