Menos mal que el Partido Popular vino a salvar a España de la corrupción y la perdición socialistas. Menos mal que se presentaron (y se siguen presentando todavía) como adalides de la transparencia y la regeneración y como los únicos capaces de gestionar eficazmente nuestros dineros. Lo están demostrando, por ejemplo, en el Ayuntamiento de Las Palmas, donde se disponen a violentar la normalidad democrática convirtiendo la comisión de contratación -aquella donde se decide a quién, cómo y por qué se le encargan contratos- en una pantomima para favorecer a los amiguetes. Después de ningunear a la oposición, Pepa y los suyos tratan ahora de arrinconar a los funcionarios, especialmente a los honrados, para que nadie pueda discrepar. Lo deben estar teniendo complicado porque la comisión de este jueves no ha sido convocada todavía, ni se conocen asuntos a tratar en ella. A ver si nos enteramos y se lo acercamos a ustedes.