En la misma comisión bilaeral destacó con luz propia y agresiva, a la par que altisonante, Miguel Angel Pulido, viceconsejero de Ordenación del Territorio (comanche). El palmero va sobrado por esos andurriales de nuestra política doméstica y no parecer preocuparle asumir el papel de ariete contra los malvados socialistas. Una de sus intervenciones mereció que José Fernández, el canario director general de Costas, la calificara de mitin. No está claro que le hayan encargado a Pulido ese papel que, en todo caso, interpreta a la perfección. Pero se siente a gusto. Además, se le nota. Y luego se encuentra, claro, cuando hay explicaciones sensatas y razones para justificar los criterios de una actuación, con que toda esa fuerza verbal se va desmoronando solita. Por supuesto, cuando son asuntos de su isla querida, perdón bonita, pone un énfasis que para sí lo quisiera Antonio Castro, presidente del Parlamento.