El precipitado desenlace de la ruptura entre Chavanel y Cortezo ha dejado varias cosas en el aire. De entrada, la puesta en marcha de ese proyecto, montado siempre en torno a la figura de ese comunicador, al que Cortezo quería colocar como un astro en medio del espectro radioeléctrico. La segunda incógnita es a dónde va ese tifón mediático que se ha llevado por delante estos ocho últimos años su prometedor futuro como director de Canarias7, su Espejo Canario en Radio Atlántico (600.000 euros de pérdidas), CANARIAS AHORA RADIO (2 millones de pérdidas) y, ahora 7.7 Radio (cinco millones de pérdidas). Él mismo ha anunciado que comenzará temporada en septiembre en otra emisora de menor tamaño para, desde allí, volver a lanzarse al estrellato. Y la tercera incógnita: ¿quién va a sustituir al Jiménez Losantos canarios en las mañanas de esa emisora? Todas las miradas se dirigieron este viernes a Teresa Cárdenes, la ex directora de La Provincia, que estos últimos meses ha negociado con Cortezo su incorporación a 7.7 Radio para un programa nocturno. La periodista lo niega en redondo. Sus contactos, en fase preliminar, se han dirigido solo a eso, a tanteos para hacer un programa que en absoluto iba a desplazar a Chavanel de su franja horaria. Nadie hasta el momento ha pedido a la periodista que se haga cargo de esa tarea, como tampoco ha habido una oferta en tal sentido a la mano derecha de Chavanel, el periodista Enrique Bethencourt, quizás el primero en conocer la acalorada discusión del jueves por la noche que precipitó la ruptura. Para el anecdotario quedarán otras incógnitas, como el desenlace del pleito civil que Cortezo ha iniciado contra Chavanel para reclamarle unos cuantos miles de euros por una condena sufrida por el periodista por llamar prevaricador al magistrado Javier Varona. Pero ésa es otra historia.