Un somero repaso a algunos nombres de empresas y chiringuitos que han resultado agraciados con la tómbola de la TDT da una idea de en qué barrizales gusta revolcarse a este Gobierno, entre morosos y extorsionadores profesionales. Tenemos detectados al menos a tres, convenientemente repartidos entre las dos provincias canarias, que han llegado hasta donde han llegado gracias a su acrisolada experiencia en la extorsión al político y al anunciante. Alguno de ellos usa teléfono móvil de tarjeta ante la imposibilidad de firmar un alta de contrato con cualquier operador porque debe dinero a todos. Otro acumula una factura millonaria a la Seguridad Social, y se presenta camuflado con el nombre de una empresa distinta. Varios han sostenido sus chiringuitos con la muy gratificante actividad del tarot y la pornografía a casi todas las horas, y hasta los hay que en sus actuales medios alegales han divulgado preocupantes mensajes de racismo. Y dice el Gobierno que se ha recurrido a una empresa externa de valoración independiente. Que calificó desde Cuenca, seguramente.