No se debe analizar aisladamente el episodio protagonizado este martes por Ángel Llanos y Juan Picudo Azul Santana en relación con la ausencia del PP en 59 Segundos. La estrategia desesperada del PP nacional, implantada previamente en Canarias por José Manuel Soria, consiste en descalificar a los que investigan las corrupciones de los cargos públicos y orgánicos de ese partido para que todo parezca una gran conspiración urdida por los socialistas y sus secuaces. La denuncia del caso salmón, interpuesta por Carlos Sosa en agosto de 2008, que de momento ha desembocado en la imputación de varios delitos relacionados con la corrupción a los dos máximos dirigentes del PP canario, es, unida a una larga ristra de desencuentros y a varias querellas, la causa última de esos groseros desplantes que sólo persiguen la muerte cívica del periodista. Minar su credibilidad pública contribuiría, según sus sesudos análisis, a desmontar incluso la inaceptable actuación de Soria en el feo asunto de la clasificación de camas a Santana Cazorla y a Lyng en Anfi Tauro.