El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Muerte de Womad
No ha causado especial sorpresa en los ambientes periodísticos y culturales el intempestivo anuncio de la concejala María Isabel García Bolta certificando la muerte del festival Womad en Las Palmas de Gran Canaria. No es sorpresa porque al alcalde Juan José Cardona le faltaron minutos tras su toma de posesión para evidenciar su absoluto desprecio por ese festival. Intempestivo anuncio de la concejala porque se produce en medio del Carnaval, una fecha que le hechiza, sin haber intercambiado con los responsables del festival ni una sola conversación acerca de lo que este lunes proclamó en su rueda de prensa: hay que buscar otro formato, otra fórmula, pero el Ayuntamiento no quiere seguir. Vayamos por partes. El Womad llegó gafado para esta nueva mayoría de gobierno municipal que, de inmediato, se agarró a su presupuesto de los últimos años de mandato de Jerónimo Saavedra, 700.000 euros por edición. Lo tacharon del calendario hasta que se percataron de que corrían un peligro cierto: enfrentarse a los ciudadanos sin negociar al menos un formato menor y más económico. Y se hizo la Fiesta Womad, que por un coste total de 250.000 euros (de los que 70.000 los aportó casa África y unos 30.000 las firmas comerciales) dio como resultado un producto incompleto, descafeinado, de un solo día. Pero la Fiesta Womad abrió una opción que el Ayuntamiento no ha querido explorar: un festival de dos días por 300.000 euros, al estilo del que este año va a celebrar otra ciudad histórica en los calendarios de la world music, Cáceres. La decisión era darle cerrojazo y por eso no ha habido conversaciones, pese a lo que manifestó públicamente la concejala García Bolta.
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