Las primeras conversaciones, publicadas este viernes por nuestros compañeros de Canarias7 (a los que felicitamos nuevamente por la rapidez en desbrozar los 3.000 folios) denotan nuevamente el cutrerío que campa en la corrupción canaria. Un empresario (por llamarlo de alguna manera) como el señor Canales destroza los principios éticos más elementales al referirse al modo de comprar voluntades. Y lo que es peor, habla con tanta ligereza de los demás, que produce hasta grima leerlo negro sobre blanco. Sus apreciaciones sobre Pepe Juan Santana, ex alcalde de San Bartolomé, se desacreditan en sí mismas por la calidad moral que adorna a quien las pronuncia. Pero, lamentablemente, así es la corrupción del PP en Gran Canaria, y así se han conducido en ese partido en el municipio donde veranea Rajoy y su señor padre. A 30 euros el voto, hasta alcanzar la mayoría absoluta.