Mucho nos tememos que el cambio político tardará en llegar a La Caja. Con suerte, en un añito, y con mala suerte, año y medio más. Tremendo para la señera entidad grancanaria, que este lunes vio cómo se nombraba presidente de la Comisión de Control nada más y nada menos que a Larry Álvarez. Tenemos serias dudas de que se pueda caer más bajo: un político de corte poco democrático, totalitarista, manipulador, más dado al chantaje que a la noble negociación política, que recibe empresarios en su despacho después de poner la música a todo volumen... ¡presidiendo el órgano que ha de controlar el buen hacer de la Caja Insular de Ahorros de Canarias! Sustituye como consejero de la entidad a Juan José Cardona, y como el PP aún mantiene el control del consejo de administración gracias al sectarismo de algunos y a la desidia y la estupidez de otros, le han adjudicado un puesto en el que pueda aguantar incluso si llueven lenguas de fuego. Pero, de verdad, y ésta es una pregunta para la militancia: ¿no hay nadie más valioso que Larry en el PP, alguien con algún atributo que no sea la obediencia debida hasta el límite del palanganeo para ostentar ese importante cargo? ¿Está tan solo el presidente del PP?