En Cemex están flipando de lo lindo. De cielito lindo. Ellos, que están acostumbrados a ver de todo gracias a los numerosos negocios que tienen repartidos por el mundo, jamás se habían tropezado con un nacionalismo tan singular. Les costó trabajo asumir que tenían que admitir más socios -canarios, por más señas- en Cementos Especiales, pero no se imaginaban que, a continuación, les iban a decir que los nombres les serían dados, que no iban a tener libertad de elección. Un cargo público, José Manuel Arnáiz, presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, fue el encargado de decir a los propietarios de la cementera quiénes habrían de ser los socios canarios que debían meter en el negocio, una vez se concretara el traslado desde Arguineguín. ¿A que no se imaginan ustedes quiénes eran esos socios “canarios”? Pues sí, han acertado, pero añadan al listado de siempre (los tres de siempre) un ingeniero de caminos y un periodista.