Estamos completamente seguros en este periódico de que José Miguel, Suárez Gil, presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas, no ha hecho un chanchullo en su vida. Así lo afirmó ante un tribunal durante un juicio por una demanda de protección de su honor contra nosotros. Una demanda que, por cierto, perdió y ahora tiene recurrida ante el Supremo. Suárez Gil es hombre polémico porque a él le gusta bregarse con lo más florido de cada casa. Cuando no somos nosotros, pobrecitos, es un ex socio, unos ex compañeros de fatigas o un denunciante de Siemenca caliente porque no le aflojaron en su día 18.000 euros. Así las cosas, añadan a las últimas apariciones estelares de Suárez Gil en los juzgados la que tendrá que celebrar el próximo 6 de abril, en el de Primera Instancia 8 por el desahucio de una empresa, Inprocén, S.L., de los locales de Fedalime. Con esta empresa ya tuvo sus más y sus menos en el pasado y viene a ser la que le ganó un pleito y el Zorro tiene incrustada en medio de sus oficinas como si del Vaticano se tratara.