El injustificable retraso que está sufriendo la publicación definitiva de los adjudicatarios de frecuencias de radio del concurso, provisionalmente fallado el pasado mes de junio, ha dado pie a múltiples interpretaciones y rumores, además de las salidas de tono de don Pepito y algunas iniciativas judiciales por la vía contencioso-administrativa. Sin contar, por supuesto, las acciones emprendidas por vía penal, en la que se encuentra incurso un bufete de abogados de Madrid que dejó fuera del concurso a un montón de empresas por entregar tarde sus ofertas y por presuntamente falsificar documentos públicos para tratar de colárselas al Gobierno. Algunos de los rumores desatados los descartó por completo este jueves Paulino Rivero al afirmar que no se tocará una coma de esas adjudicaciones, al tiempo que aseguró que el Gobierno socialista dejó en marcha la adjudicación a Canarias de 57 nuevas frecuencias de radio que se someterán a concurso en cuanto sea legalmente posible. Eso dará la posibilidad a don Pepito o a don José, así como a las empresas que vieron frustradas sus expectativas a volver a intentarlo, y desinflará de manera clamorosa las gestiones de venta ilegal que algunas empresas han iniciado para ver cómo engullen todo lo que se metieron en la boca. De tan acostumbrados que están a meterse cosas en la boca e indigestarse de puro ansiosos que son.