Se escenificó este martes un nuevo capítulo del culebrón del desmantelamiento de Saturno (en versión de los trabajadores) o reestructuración (en versión de la Consejería de Turismo). Había programada una reunión para empezar a negociar el convenio colectivo de Promotur, la nueva empresa que ha de sustItuir y complementar a Saturno, cuyo destino será gestionar Tindaya y los palacios de congresos. Se constituyó la mesa negociadora que, por la parte empresarial, estaba compuesta por el abogado Víctor Díaz, ex consejero de Empleo; Elena González, responsable de recursos humanos de la empresa, y José Ramón Falcón, administrador. Los representantes laborales expusieron en el minuto uno su disposición a negociar, pero advirtiendo que es conveniente esperar a que se pronuncien los tribunales acerca del conflicto colectivo presentado por los trabajadores por lo que consideran desmantelamiento de Saturno y otras anomalías más. La empresa respondió en el minuto dos diciéndole a Ana Doreste, representante de los trabajadores, que no podía permanecer en la reunión por haber sido deportada a Saturno (León y Castillo, 89 de esta galaxia), y de lo que allí se hablaba, o mejor dicho ni se habló, era de Promotur. Así se va escribiendo la historia de la nueva empresa de promoción turística de Canarias.