No está resultando demasiado emocionante comprobar los nuevos modales que han sustituido a los viejos y denostados usos y costumbres que tanto se criticaron en la ciudad de Telde. Salimos de Guatemala y nos metemos en Guatapeor, porque si bien es cierto que algunos elementos y elementas de Ican no eran un dechado de tolerancia precisamente, lo que se está viendo y oyendo ahora es para echarse a temblar. Ya saben que esos quince días que fueron desde las elecciones a la constitución de la Corporación, tuvieron sus más y sus menos, incluyendo llamamientos a la desobediencia civil por parte de los dirigentes de Ciuca en el caso de que les birlaran el machito. Muchos nervios para un proceso democrático, nos tememos. Pero es que el día 14, el famoso sábado constituyente, tuvo mucho de insultos y de amagos de agresiones, y a veces sin amagos. La gente cuenta cosas realmente escalofriantes, pero nosotros nos quedaremos sólo con aquellas que tenemos contrastadas: ahí va una de ellas.