José Manuel Soria no sabe exactamente el alcance de su decisión de designar a Francisco González candidato a la alcaldía de Mogán. Ni el mismísimo alcalde lo sabe tampoco, lo que todavía tiene muchos más bemoles. Él sigue entregado a esa frenética tarea de cortar la cabeza a todo el que considera sospechoso de delatarle, y por el camino está dejando demasiados cadáveres. El de Onalia Bueno es uno de ellos. La que lo fuera todo en esa alcaldía está perdida para la causa pepera y la imputación de su padre ha sido utilizada por su partido del alma para maldecirla todavía más. Hace un par de días se plantó la doña en el despacho de Paquirrín y le pidió todo tipo de explicaciones acerca de su extrañamiento. González no le convenció sencillamente porque para él Onalia ha pasado a ser un problema que se quiere sacudir pronto de encima. Por el momento no aparece en una lista de concejales en la que sí están algunos nombres que se convertirán pronto populares. Se presenta este viernes; y el sábado, concierto Mogán Joven.