Cuando se trata de encasquetarle algo a Paulino Rivero, todo parece valer en estos momentos, particularmente desde dos frentes confluyentes: el periódico El Día y el PP de José Manuel Soria. El ministro, como dijimos ayer aquí mismo, ha atribuido al presidente del Gobierno la responsabilidad material y personal de los incendios de La Gomera, del mismo modo que don Pepito atribuyó a las pérfidas manos canarionas los fuegos declarados en Tenerife este verano. Desde círculos cercanos al PP se incendiaron hace unas semanas las redes y los correos electrónicos de Canarias tratando de extender la supuesta noticia de que Paulino Rivero se había arreglado los párpados (blefaroplastia) en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) mediante una operación secreta para la cual se habilitó una planta cerrada del establecimiento sanitario, de modo que nadie pudiera tropezarse con tan ilustre paciente. Les confesamos que cuando nos llegó tratamos de confirmar la noticia, pero ni una sola fuente hospitalaria pudo darnos ni una sola pista al respecto más allá de repetirnos el mismo rumor. Cuando lo tuvimos en antena la semana pasada, en Tiempos Modernos, de CANARIAS AHORA RADIO, se lo preguntamos a Paulino Rivero, y lo desmintió por completo. Pero el rumor sigue navegando en la red, como hará ahora este lanzado por don Pepito acerca de un imperio del presidente canario en islas Fidji. ¿Y lo de las inversiones en México? Ahí siguen dándole a la manivela, pese a su manifiesta falsedad. Pueblo chico, infierno grande.