Entre las 13.25 horas del miércoles 6 y las 13.42 horas del viernes 8, la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia no sabía que explicación ofrecer a los cientos de operarios del sistema Atlante II. La Administración empezó justificando las caídas del sistema en base a presuntos “problemas derivados de una actualización de infraestructuras (ordenadores)” por lo que recomendaban a jueces, secretarios, fiscales y funcionarios a escribir en Word, que ya numeraremos. El miércoles a las 18.20 se informa de que el servicio “es estable” pero se anuncia que se seguirán haciendo pruebas hasta el mediodía del jueves. A las 10.56 del jueves la cosa está que arde: “desde ayer tenemos problemas en la arquitectura que da servicio a las aplicaciones”, es decir, la culpa es de todo menos del programa Atlante II (hay que ver con qué mimo tratan a Accenture), “por lo que se están produciendo caídas intermitentes”. El viernes 8, a las 13.42 anuncian que los problemas parecen solucionados pero que “no se puede descartar algún error esporádico”. De esos que te hacen perder un trabajo por poco que te descuides.