José Manuel Soria López, presidente del PP canario, es el destinatario de nuestra cuarta felicitación de la jornada, porque ha conseguido unos cuantos propósitos este viernes. El primero, transmitir a la opinión pública que su reunión con Adán Martín era para “limar asperezas”, es decir, porque el presidente andaba acongojado. No era cierto, pero a tenor de lo visto, empezamos a tener nuestras dudas. Pero, además, Adán Martín ha consentido que Soria se quitara de encima una auténtica mosca cojonera, un Antonio Morales que no ha hecho otra cosa que dejarlo en evidencia en los asuntos de Arinaga, en La Gran Marina y en todas las trapisondas que Soria y Arnáiz han protagonizado los últimos dos años. Soria se cobra de este modo su apoyo al puerto de Granadilla, escenificado el jueves en el Parlamento con la inestimable y penosa colaboración de los socialistas. De nuevo los ridículos socialistas.