Nos volvió a escribir este lunes el mismo lector que hace algunas semanas ya nos envió su opinión a través de la sección correspondiente que ustedes pueden encontrar al pie de cada noticia, artículo o comentario de opinión. Nos reclamaba nuevamente que publicáramos alguna noticia positiva de las gestiones del consejo de administración de la UD Las Palmas y se quejaba de que siempre estemos resaltando el lado oscuro de la fuerza. Le pedimos entonces al lector, por correo privado, que nos hiciera saber alguna noticia positiva para nosotros publicarla a todo trapo. Pero no hemos tenido fortuna. Ni el lector tampoco. Hoy tenemos que volver a comentar los azarosos pasos de este consejo de administración y sus golpes de efecto. Bueno, de efecto y de tarifas, cuestión ésta que parece devisiva para explicar que no se haya vendido más que el palco que compró en su momento Santo Domingo Alonso. Si un palco en el Bernabéu cuesta unos 25.000 euros, en el Depor 18.000 y tienen lo que tienen (Liga de Campeones, estrellas del quince, etcétera), ya nos contarán cómo se van a vender aquí, en Segunda, palcos a 180.000. Y con esa inseguridad que todo lo embarga y que podría dar lugar, por ejemplo, a que usted se compre un palco a tan módico precio y algún día no lo pueda usar, pongamos por caso, para ver un partido del Universidad, ascendido a Primera y en Liga de Campeones. Y en un estadio público.