No es casual, ni mucho menos, la cacería iniciada hace meses por Coalición Canaria y el PP contra Juan Fernando López Aguilar. Le han acusado de todo excepto del efecto invernadero, lo que ya empieza a ser motivo de consuelo. Las encuestas son, en gran medida, culpables de esa táctica preelectoral porque hay que impedir por todos los medios que obtenga un resultado que le permita formar Gobierno con facilidad. A ese empeño se ha puesto también CC en el ámbito interno mediante la formación de sus cuadros más destacados, a los que se instruye para que repitan continuamente el mensaje antisocialista. Lo que constituye una novedad es la etiqueta que, en plan despectivo, quieren colgar a los socialistas: son izquierdistas radicales. Serán cosas de la ambición por el centro, pero más bien nos suena a desesperación.