Cuentan los cronistas de determinada empresa multinacional dedicada al tabaco, que los trabajadores gastaron una buena parte de su paga extra en voladores para celebrar la marcha de su director financiero, al que llegaron a llamar míster No, seguramente por ser ésa su palabra favorita cuando se le iba a pedir algo. Marchó el hombre a la Administración pública canaria de la mano de Luis Soria (para que luego digan que los políticos no se rodean de gente eficiente), que lo ha puesto en un cargo relevante en el Instituto Tecnológico de Canarias. Pero como la baja voluntaria se produjo en noviembre, a falta de un mes escaso para la Navidad y la correspondiente cesta que regala la empresa, a míster No no se le ocurrió otra cosa que reclamar la parte proporcional del aguinaldo. Es decir, que le quitaran un paquete de peladillas y una botella de sidra El Gaitero y le dieran todo lo demás. No vean cómo se puso cuando le dijeron que ni de coña, que ajo y agua, y que fuera consolándose con lo que se va a ahorrar en bocatas en la cafetería de su nuevo destino. Dicen que era más agarrado que un pasamanos y le han dado su misma medicina.