Paulino Rivero se ha tomado muy a pecho esto de desalojar a Román Rodríguez de Coalición Canaria y desposeerle de cualquier atributo de poder, honor y dignidades orgánicas. Quiere que la votación de este sábado sea por goleada para que la humillación resuene en todos los lugares del mundo donde haya un afiliado o simpatizante de Coalición Canaria. Y para garantizarse la tupida, se ha traído de Venezuela, con todos los gastos pagados, una amplia representación de afiliados de CC en ese país, que estarán encantados de hacer lo que el presidente les pida. No se corta Paulino en estos días de tribulación, y hasta ha retirado el saludo a Pedro de Armas y a Juan Carlos Becerra, con quienes se encontró el otro día en un juicio que quedó suspendido. Esperemos que no lleguen a las manos.